jueves, 1 de septiembre de 2016

5. Mi primer embarazo

Hoy recordaba la primera vez que salí embarazada, fue un embarazo no programado, pues recién me había casado, fue una gran sorpresa y también una gran felicidad. Me entusiasmé mucho con el hecho de ser mamá. Recuerdo que fui a mi primer control y apenas y se veía el punto de implantación, a los días, tenía un pequeño sangrado, me asusté mucho y el doctor me dijo que solo había que esperar a ver la evolución y me dio descanso médico; yo le pregunté cómo sabía yo si es que lo estaba perdiendo y él me dijo que  de darse el caso sentiría un dolor intenso en la cintura.

Yo me quedé en cama como 15 días, leía sobre maternidad, me movía tan solo para ir al baño, así pasaron como 20 días, sin dolor intenso pero con un pequeño sangrado. Mi sangrado cesó y decidí tener otra opinión, me fui ilusionada  con mi vhs en aquel entonces para la grabación de mi primera ecografía, tenía para ese entonces dos meses y medio. Cuando me hicieron la ecografía, grande fue mi sorpresa cuando la ecógrafa me pregunto: Señora, usted está embarazada?. Sentí una tremenda impresión, claro que sí! le dije, ya tengo dos meses y medio. Y ella me dijo, señora le sugiero que vaya donde el ginecólogo…

No saben, el dolor inmenso que pude sentir en ese momento, sentí como si hubiese estado corriendo y corriendo feliz y me choqué con una gran pared que no vi.. Estaba desconsolada. No sabía que había perdido a mi bebe, el crecimiento se detuvo y por eso no hubo ese dolor intenso.

La tristeza me invadió inmensamente, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, poco a poco con el pasar de las semanas, me calmé, solo que por dentro me quedó esa espinita de querer ser mamá, y me obsesioné, a la vez que buscaba embarazarme, cada día incrementaba mi ansiedad, y mi desilusión cuando mes a mes no había embarazo.

Eso a veces nos pasa en nuestra vida, estamos encaminados hacia algo, o estamos felices porque tenemos algo y de pronto, por alguna razón, eso se nos va de la mano, y que hacemos? Nos desilusionamos, nos entristecemos, y claro, somos seres humanos con sentimientos, el tema es cuando esa tristeza, se convierte en temor o ansiedad y forma parte de nuestra vida, impidiéndonos seguir nuestro camino. A veces nuestro camino está al lado de nosotros pero nuestros propios temores nos alejan.

Cuando me di cuenta que había caído en un circulo sin salida, decidí calmarme y pensé que el bebé llegaría cuando tenga que llegar, y así fue, ese mes que interiormente me sentí tranquila, Dios, me bendice con un bebé hermoso que ahora tiene 13 años.
Pregúntate si es que hay dentro de ti esos “temores” o esas “creencias” que te alejan de tu camino. Si estás en tu camino, excelente!!! Pero si no… evita pensar en las situaciones externas que te alejan, pues muchas veces lo que nos aleja está dentro de nosotros mismos.

Y si no sabes cómo, solo escríbeme que con gusto te daré una herramienta que te aseguro puede ayudarte.


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